viernes, 27 de febrero de 2009

¿Es un disparate el proyecto USF1?


Pues sinceramente creo que no es ningún disparate. Los promotores del proyecto Ken Anderson y Peter Windsor son buenos conocedores del mundo de la Fórmula 1 y creo que saben de lo que hablan. En estos momentos parece una auténtica locura lanzarse a crear un nuevo equipo cuando precisamente la supervivencia a corto y medio plazo de varios equipos está en entredicho. Sin embargo, quizás por ésta circunstancia el entorno ahora si puede ser favorable para un proyecto de éste tipo.

Ambos reconocen abiertamente, que precisamente por estar en una época de crisis, ahora su proyecto puede ser tomado en serio, algo que resultaría impensable en la reciente época del depósito de los 48 millones de dólares necesarios, sólo para inscribirse al campeonato. El coto de la F1 estaba en la práctica vedado para todos aquellos que no tuvieran el respaldo de una gran corporación, preferentemente si ésta era del sector automovilístico.

En un año, van a entrar las medidas anticrisis propuestas por los equipos y la FIA , que van a suponer una sensible rebaja de los presupuestos necesarios para afrontar con garantías de éxito la participación en Fórmula 1. Por tanto, si es un buen momento para entrar en el ‘circo’ si los promotores de la idea son gente competente y bien conocedora del tema como es el caso que nos ocupa.

Ken Anderson, posee un buen currículo como técnico en F1, aunque su fama se haya labrado sobre todo en las carreras americanas, como uno de los artífices del éxito del Team Ganassi. Por su parte Peter Windsor es un respetado comunicador, con trayectoria también en el ámbito del management en equipos como Williams.

Ambos, aunque respetados en sus respectivos ambitos de competencia, son sin embargo ‘pobres de solemnidad’ en el club de millonarios que a pesar de todo sigue siendo la Fórmula 1. Alguien más intuyo por tanto, que debe de haber detrás de ésta aventura. Alguien con recursos industriales y financieros suficientes que de soporte empresarial a la aventura.

Esa persona creo que es Gene Haas, propietario entre otras cosas de la empresa Haas CNC Haas CNC. Ésta empresa, es junto a Charmilles Technologies, el principal proveedor de los equipos de Fórmula 1, de la maquinaria necesaria para construir los monoplazas. Ken Anderson se pasó un poco diciendo, que no era una locura tener un equipo basado en USA cuando el 90 por ciento de la tecnología procede de ése país. Quizás no sea para tanto, pero es cierto que los mejores componentes para túneles de viento, las máquinas de fabricación, los proveedores de fibra de carbono, kevlar o nomex, así como desarrollos de software son en buena proporción de origen norteamericano.HAAS CNC es una de los mejores proveedores de maquinaria para fabricación de coches de Fórmula 1.

Gene Haas, además de la empresa de maquinaria de fabricación mencionada, es también propietario junto a Ken Anderson, del túnel de viento mas avanzado del mundo, el Túnel Windshear localizado en Carolina del Norte. También acaba de fundar junto al piloto de Nascar Tony Stewart el equipo Stewart-Haas, por lo que estamos ante un empresario que además de la afición por el automovilismo, tiene los medios y el interés comercial necesarios, para que le resulte interesante embarcarse en un proyecto así.

Hagamos un poco de historia.

Otro Haas, de nombre Carl propietario del famoso equipo de CART-IRL Newman-Haas llegó también a hacer sus pinitos en la Fórmula 1, con el frustado proyecto Lola-Force, siendo hasta la fecha el último equipo americano en participar en la máxima especialidad del automovilismo. El equipo prometía mucho, pero la repentina retirada del patrocinador Beatrice Food, dio muerte prematura al proyecto.El proyecto HAAS-FORCE prometía mucho pero tuvo un final precipitado.

Anteriormente, Roger Penske también participó en F1, logrando una victoria en el G.P. de Austria de 1976,-la última para un constructor americano-. Sus coches sin embargo se fabricaban en Inglaterra, en una sede en Poole operativa hasta fechas muy recientes, donde tambioén construyó todos sus monoplazas victoriosos en las 500 millas de Indianápolis. Anteriormente y con menos éxito, Parnelli intentó triunfar en F1 con Mario Andretti como piloto, pero no pudo replicar sus éxitos al otro lado del atlántico.John Watson, venció con el Penske PC4 el G.P. de Austria de 1976.

Quien si lo logró, fue el mítico Dan Gurney y su equipo AAR –All American Racers-, quien logró ganar carreras de Fórmula 1 con sus coches ‘Eagle’. Aunque los coches estaban diseñados por el inglés Len Terry, los coches si se fabricaron en ésta ocasión en Estados Unidos.El mítico Dan Gurney venció con su Eagle-Weslake en el Gran Premio de Bélgica de 1966Foto AAR

La progresiva pérdida de competitividad del motor Weslake y la falta de recursos financieros obligó al equipo de Dan Gurney, a centrarse en sus competiciones en el continente americano, donde siguieron logrando multitud de triunfos en diferentes especialidades. El equipo AAR se redenominó en su época de F1, Anglo American Racers en deferencia al proveedor de motores Weslake, pero puede decir con orgullo que es el único 100% americano que ha logrado triunfar en la Fórmula Reina.

En la década de los cincuenta existieron otros constructores americanos que participaban en Fórmula 1, pero sus participaciones se limitaban a las 500 millas de Indianápolis, puntuables por aquellos años para el mundial de pilotos y constructores.En la década de los cincuenta coches americanos como el Kurtis-Kraft de la foto particpaban sólo en las 500 millas de Indianápolis. Foto LIFE-GOOGLE archives

Acento español al proyecto.

A pesar de insistir los promotores, en que es posible hoy día logística y organizativamente, dirigir un equipo desde EE.UU, tampoco son tan tercos como para no asumir que a pesar de que el peso europeo en el calendario hoy día es muy inferior al de antaño, sigue siendo necesaria una célula operativa en Europa. Los camiones no pueden estar regresando después de cada carrera a Carolina del Norte, porque sólo hay una carrera, -Brasil- que de momento se celebra en el continente americano.

Los entrenamientos libres se celebran casi en su totalidad en Europa, que es donde está la mayoría de los circuitos homologados para entrenamientos por la FIA y por tanto, es necesario esa base europea para evolucionar durante la temporada los coches, así como para su mantenimiento entre carreras.

El socio elegido podría ser el equipo Epsilon-Euskadi dirigido por mi admirado Joan Viladelprat. En Vitoria están construyendo una sede que nada tiene que envidiar a la de los actuales equipos de Fórmula 1. Han demostrado también ser capaces de construir un equipo de competición exitoso, así como de capacidad para fabricar un coche de carreras de altísimo nivel, como el prototipo que disputó el año pasado la 24 horas de Le mans: Os invito a visitar la página donde se hace el seguimiento de la obra, porque es muy impresionante lo que se está allí cociendo.
Es una lástima que a pesar de pasear la bandera española por el mundo, no haya habido grandes empresas españolas que hayan apoyado la participación internacional del prototipo creado por el equipo de Joan Viladelprat.

Aparte del cariño que yo le pueda tener a Joan, creo que no existe un partner en toda Europa comparable a Epsilon Euskadi, a excepción de Dallara. Sin embargo, creo que el constructor italiano creo que anda demasiado ocupado con la fabricación de sus coches de F3, IRL y el nuevo Audi de Le Mans, como para pensar en él para éste proyecto.

El proyecto creo por tanto que tiene buena pinta, pero va a tener que luchar contra un factor muy importante en la Fórmula 1, como es el factor país.

Los estadounidenses pasan olímpicamente de todo lo que no sea Nascar, ya no hay Gran Premio en Indianápolis y la economía en la primera potencia mundial está peor que nunca. El panorama por tanto es desolador a nivel del apoyo que podría encontrar a nivel patriótico, pero no por ello los promotores deben desanimarse. Sólo hay que ver el erial que era España a nivel del deporte del motor y ver lo que es hoy día gracias sobre todo al efecto ‘Fernando Alonso’.

Mi modesta recomendación a Ken Anderson y Peter Windsor sería que busquen como locos al nuevo superfenómeno que despierte al país a la afición por la Fórmula 1. Con un héroe al que seguir, todo es posible

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